La crisis de salud en la isla ha mostrado argumentos diferentes entre el sitio digital Razones de Cuba y el oficialista diario Granma sobre el brote de varias enfermedades en la isla como el dengue, oropouche o el chikungunya.
La expansión del chikungunya y el dengue en Cuba ha desatado no solo preocupación sanitaria, sino también una evidente contradicción dentro de los propios medios estatales. Mientras Razones de Cuba sugiere una “sospechosa coincidencia de virus” que podría implicar un ataque biológico, el diario Granma ofrece una explicación muy diferente: la crisis epidemiológica ocurre “en un contexto regional”, compartido con otros países del Caribe y América Latina.
busca reactivar la narrativa de “agresión extranjera”, una constante del discurso oficial cuando surgen crisis internas
En su artículo titulado “Sospechosa coincidencia de virus en Cuba obliga a recordar el pasado”, Razones de Cuba afirma que desde julio de 2025 se ha reportado un incremento de chikungunya en Matanzas, y plantea la posibilidad de que “fuerzas externas” estén detrás del brote. Sin ofrecer evidencias científicas, el texto asocia el repunte con antiguos episodios de presunta “guerra biológica” contra Cuba y se pregunta si no es casual que ocurra precisamente en una provincia turística. El tono es político, no sanitario: busca reactivar la narrativa de “agresión extranjera”, una constante del discurso oficial cuando surgen crisis internas.
Lee también Médicos denuncian colapso de hospitales en Cuba por falta de recursos: “no somos magos”El diario Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista, publicó el 22 de octubre un informe completamente distinto: “Continúa el enfrentamiento a la compleja situación epidemiológica por dengue y chikungunya”. En el texto, la doctora Carilda Peña García, directora nacional de Vigilancia y Lucha Antivectorial, aclara que el aumento de casos ocurre “en un contexto regional”, lo que contradice la idea de un sabotaje biológico. Según Granma, el repunte responde a factores locales: intensas lluvias, fallos en la recolección de desechos, proliferación del mosquito Aedes aegypti y limitada percepción de riesgo en la población. Además, el periódico subraya que el dengue, con varios serotipos activos, representa “el mayor peligro para la salud de la población”, mientras el chikungunya es descrito como una enfermedad “molesta e incapacitante”.
Ambos medios forman parte del sistema de comunicación estatal cubano, pero sus narrativas chocan frontalmente: Razones de Cuba busca culpables externos y recurre a teorías conspirativas. Granma intenta explicar la crisis, aunque siempre en la prensa oficial se le llama compleja situación, como parte de un fenómeno regional y estructural.
Lee también Exigen al régimen de Cuba que hable claro y declare la emergencia sanitariaEn el fondo, ambos artículos evaden el tema esencial: el colapso del sistema sanitario cubano, la escasez de insecticidas, el deterioro del control vectorial y la desorganización hospitalaria. Mientras uno politiza el virus y el otro lo tecnifica, ninguno explica cómo la isla llegó a este nivel de vulnerabilidad epidemiológica.
El contraste entre Razones de Cuba y Granma ilustra una paradoja de la comunicación oficial: el régimen cubano se contradice a sí mismo. Un medio alimenta la desconfianza con teorías de conspiración; el otro intenta mantener una fachada de control institucional. Con ambas narrativas, los ciudadanos enfrentan el mismo drama cotidiano: mosquitos, fiebre y hospitales colapsados, en un país donde cada epidemia se convierte también en un campo de batalla ideológica.